Si previamente al fisioterapeuta has visitado al médico y te ha recetado algún medicamento para la inflamación, actuará solo ahí, en esa zona, solo trata los síntomas de la hernia discal, no la causa y no hará que desaparezca como arte de magia.
En cuanto a la fisioterapia, funciona un poco de la misma manera que la medicación, lo que trata son los síntomas que provoca la hernia discal, lo que se intenta es controlar el dolor para que no vaya a más y trabajar la postura para que la zona funcione mejor y el peso no se vaya a la zona con dolor, qué movimientos tiene que hacer y cuáles tienes que evitar en tu día a día. Solo con tratamiento de fisioterapia no es suficiente para que la hernia discal desaparezca, tienes que realizar una serie de ejercicios que te ayuden a tratarla.
En este post quiero explicarte los ejercicios que puedes ir haciendo semana a semana. Lo primero que hay que hacer en la fase aguda es reducir la inflamación del segmento afectado. Para esto el reposo, los Aines y los movimientos suaves para recuperar la movilidad poco a poco se realizan durante los 7-10 primeros días.
1ª SEMANA
Se puede acudir al fisioterapeuta después de los primeros 3 días de la fase aguda para mejorar la movilidad articular y los espasmos musculares con terapia manual. Es importante aportar pruebas diagnósticas (RNM) si es posible hacerla en los primeros días.
2ª SEMANA
Entre la primera y la segunda semana se pueden ir haciendo ejercicios supervisados por el fisioterapeuta en la consulta y realizarlos en el domicilio sin dolor y sin llegar a irritar la zona.
Es importante no realizar ejercicios durante las primeras semanas con peso y está contraindicado los sobreesfuerzos.
3ª SEMANA
Realizar ejercicios pautados por el fisioterapeuta dos o tres veces sin llegar a irritar la articulación por lo que deberíamos parar el ejercicio si notamos dolor incapacitante.
Los principales ejercicios son los isométricos de los músculos del cuello y los hombros
1. Tumbado boca arriba con un cojín en la cabeza, aprietas el cojín aguantando 10″ repitiéndolo 10 veces.
2. Tumbado de lado con un cojín en la cabeza, aprietas 10″. Hacer 10 veces con cada lado.
3. De pie colocas una pelota entre una pared y tu frente. Aprietas 5″ haciendo 10 repeticiones.
4. De pie con la espalda pegada a la pared, apoyas los brazos también e intentas desplazarlos hacia el suelo como si quisieras tocar los pies, esto hace que trabajen los dorsales anchos. A la vez haces un movimiento como si quisieras sacar el pecho hacia arriba y hacia afuera. El ejercicio se realiza durante 5″ repitiéndolo 10 veces.
5. Apoya las dos manos en la pared para hacer un ángulo de 90º con los hombros. Codos estirados e intentas llevar los hombros hacia delante y hacia atrás. Aguantar 5″ delante y 5″ atrás. Repetir 20 veces. Este ejercicio sirve para movilizar la articulación escápalo-humeral.
4ª SEMANA
Empezar ejercicios en piscina para utilizar la resistencia del agua y aumentar la carga a los músculos y las articulaciones que tienen el movimiento completo. Si no se ha conseguido la movilidad completa en esta semana, se puede esperar
- Flexión de hombro hasta los 90º con el codo estirado
- Abducción de hombro hasta los 90º con el codo estirado
- Elevación de hombros hacia las orejas para contraer los trapecios superiores
- Flexión y extensión de codo para trabajar bíceps
- Extensión de codo para trabajar tríceps con banda elástica o con trx
- Pectoral cambiando el grado de inclinación, empiezas a hacerlo en una pared y según vayan pasando los días aumentas la inclinación hasta que lo puedes hacer con las manos en el suelo.
5ª SEMANA
Es recomendable continuar haciendo todos los ejercicios que has aprendido durante las primeras semanas y empezar a utilizar mancuernas o lastres de un peso muy bajo.
6ª SEMANA
Es el momento de empezar a hacer sesiones de Método Pilates supervisado por un fisioterapeuta en clases individuales o en grupos reducidos.
El método RPG (Reeducación Postural Global) también está indicado en esta patología para cambiar hábitos posturales, y mejorar la distribución del peso en los miembros superiores.
Se puede utilizar el TRX o las gomas elásticas para ir aumentando la resistencia progresivamente.
En la mayoría de los casos los pacientes mejorarán en el plazo de 6 semanas con tratamiento de fisioterapia, ejercicios de movilidad, de estiramientos y de fortalecimiento. Siendo recomendable realizar sesiones de Pilates, RPG, TRX, Hidroterapia o ejercicios en la piscina.
Hay otros pacientes que después del tratamiento conservador se estabilizan y continúan con dolor crónico, para esos pacientes una de las soluciones más efectivas es la sustitución del disco intervertebral herniado por una prótesis fija/móvil para descomprimir la médula.