En el mundo de la fisioterapia y el deporte, es fundamental entender la diferencia entre las lesiones agudas y las lesiones crónicas.
Este conocimiento no solo ayuda a identificar el problema, sino también a aplicar el tratamiento adecuado para favorecer una recuperación efectiva.
En este post, te cuento qué son estas lesiones, sus principales causas y cómo tratarlas desde la fisioterapia.
¿Qué es una lesión aguda?
Una lesión aguda ocurre de manera repentina y es consecuencia de un traumatismo o un movimiento brusco que supera los límites del cuerpo.
Estas lesiones suelen ser evidentes, con síntomas inmediatos como dolor intenso, hinchazón, hematomas o dificultad para mover la zona afectada.
Ejemplos comunes de lesiones agudas:
- Esguinces
- Fracturas
- Desgarros musculares
- Luxaciones
Causas frecuentes de las lesiones agudas:
- Caídas o accidentes
- Impactos directos
- Movimientos mal ejecutados durante el deporte
Tratamiento inicial de las lesiones agudas:
El protocolo más conocido para tratar lesiones agudas es el método RICE (Reposo, Hielo, Compresión y Elevación).
Esto ayuda a reducir la inflamación y el dolor en las primeras 48-72 horas.
Posteriormente, un fisioterapeuta evaluará la lesión para aplicar tratamientos personalizados como terapia manual, ejercicios de rehabilitación o fisioterapia avanzada como ecografía, fisioterapia invasiva con neuromodulación, electrólisis percutanea o punción seca.
¿Qué es una lesión crónica?
Las lesiones crónicas, también conocidas como lesiones por sobreuso, se desarrollan de forma gradual debido a movimientos repetitivos, posturas incorrectas o esfuerzos continuos sin suficiente descanso.
Estas lesiones suelen ser más sutiles al principio, pero con el tiempo pueden convertirse en dolencias persistentes.
Cuando pasan más de 12 semanas con un dolor continuo por una lesión aguda en el que el proceso inflamatorio no ha curado la lesión, se convierte en una lesión crónica.
Ejemplos comunes de lesiones crónicas:
- Tendinitis
- Fascitis plantar
- Lesiones por compresión nerviosa (como el síndrome del túnel carpiano)
- Bursitis
Causas frecuentes de lesiones crónicas:
- Entrenamientos excesivos sin descanso adecuado
- Posturas incorrectas durante el trabajo
- Uso repetitivo de ciertas articulaciones o músculos
Tratamiento de lesiones crónicas:
El tratamiento de las lesiones crónicas se centra en identificar y corregir la causa subyacente. Esto puede incluir:
- Ejercicios de fortalecimiento y estiramientos.
- Reeducación postural.
- Terapias avanzadas como epte, ondas de choque o punción seca.
- Cambios en la rutina diaria o deportiva para evitar que el problema persista.
¿Cómo prevenir lesiones agudas y crónicas?
Prevenir es siempre mejor que curar. Aquí te dejamos algunos consejos clave:
- Calentamiento y estiramiento: Antes y después de cualquier actividad física.
- Técnica adecuada: Asegúrate de realizar movimientos correctos, ya sea en el deporte o en el trabajo.
- Descanso suficiente: Respeta los tiempos de recuperación entre entrenamientos.
- Fortalecimiento muscular: Trabaja los músculos para mejorar su resistencia.
- Ergonomía: Mantén una buena postura, especialmente si trabajas frente a una pantalla.
Comprender la diferencia entre una lesión aguda y una lesión crónica es crucial para abordar correctamente cada situación.
Si sufres de una lesión, no dudes en consultar a un fisioterapeuta para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado.
Recuerda que la prevención y el cuidado adecuado son la clave para mantener un cuerpo saludable y libre de dolor.
¿Tienes dudas o necesitas ayuda con una lesión? Contáctanos y estaremos encantados de ayudarte.