La tendinopatía rotuliana, a menudo denominada rodilla de saltador, es una afección que se da de manera más frecuente entre los deportistas que practican deportes que implican saltar y aterrizar, como el baloncesto y el voleibol. Sin embargo, cualquier persona que practique una actividad física regular puede correr el riesgo de desarrollar una tendinopatía rotuliana, sobre todo si no se toman las precauciones adecuadas.
Para prevenir la tendinopatía rotuliana es importante saber qué es y cómo se desarrolla. Tomar las medidas adecuadas al realizar actividad física, como utilizar la técnica y el equipo adecuados y aumentar gradualmente la intensidad y duración de los entrenamientos, puede reducir el riesgo de desarrollar esta afección. Practicar un deporte seguro y ser consciente de la propia actividad física es clave para mantener un estilo de vida sano y activo.
Os voy a contar un poco más en qué consiste esta lesión común de rodilla.
¿Qué es la tendinopatía rotuliana?
La tendinopatía rotuliana se da cuando aparece dolor o molestia en el tendón rotuliano. Es algo muy común y que suele perjudicar la realización de nuestras actividades.
Antes se hablaba de “tendinitis” cuando eran casos agudos inflamatorios, o de “tendinosis” cuando eran casos de mucho tiempo y degeneración. No obstante, se ha visto que lo que ocurre en el tendón no es blanco o negro, sino que se produce todo a la vez. Por tanto, actualmente en términos médicos se cree más adecuado hablar de tendinopatía, que significaría algo así como afectación del tendón.
¿Qué es el tendón rotuliano?
Un tendón es un tejido fibroso que une al músculo con el hueso. De esta forma, cuando contraemos el músculo provocamos que el esqueleto se mueva. El cuádriceps forma un tendón que rodea la rótula y acaba uniéndose a la tibia para permitir la extensión de rodilla. La rótula divide el tendón en dos partes:
– El tendón cuadricipital: por encima de la rótula
– El tendón rotuliano: por debajo de la rótula
Entonces, el tendón rotuliano es la porción de este tendón que va desde la rótula hasta la tibia. Por esto, en ocasiones es considerado un ligamento (porque esta porción va de hueso a hueso) y recibe el nombre de “ligamento rotuliano”.
¿Se puede tocar?
Sí, se puede palpar como una banda dura de unos dos dedos de amplitud con dirección vertical entre la rótula y la tibia.
¿Cómo saber si tengo una tendinopatía?
Generalmente, la tendinopatía duele al tocar el tendón y al realizar una contracción contra resistencia con el músculo correspondiente, en este caso el cuádriceps.
¿Qué causa una tendinopatía rotuliana?
Las causas pueden ser múltiples. No obstante, las más comunes son:
– Golpe
– Gran esfuerzo puntual
– Sobreúso con poco descanso. Sobre todo si se aumenta mucho la actividad física en poco tiempo, o no se deja tiempo de descanso suficiente entre entrenamientos.
Síntomas de la tendinopatía rotuliana
Un indicador principal de esta afección es el dolor de rodilla, que suele experimentarse en la zona situada justo debajo de la rótula. Esta dolencia puede variar de leve a grave, y suele empeorar tras la actividad física o al doblar la rodilla. También puede haber hinchazón o sensibilidad. Para diagnosticar correctamente la causa de estos síntomas, es importante acudir al médico.
Otro síntoma de la tendinopatía rotuliana es la rigidez de la rodilla afectada. Esto puede dificultar el movimiento de la articulación o su flexión completa. Esta sensación de rigidez puede ser especialmente notable tras periodos de inactividad o al levantarse por la mañana.
La debilidad en la rodilla puede ser un signo adicional de tendinopatía rotuliana. Esto podría dificultar la realización de actividades cotidianas como caminar, correr o saltar, haciendo que la rodilla se sienta inestable o inestable cuando se aplica peso sobre ella.
Por último, la sensación de chasquido o chasquido en la rodilla es un síntoma menos frecuente de este problema. Puede producirse al doblar o enderezar la rodilla, o al cargar peso sobre ella.
¿Se puede diagnosticar la tendinopatía con ecografía?
Los síntomas de una tendinopatía no siempre se correlacionan con lo que observamos en una ecografía.
Muchas veces, aunque el tendón duela, observamos que el colágeno es de buena calidad y es capaz de soportar carga. En otras ocasiones podremos observar una alteración de la estructura del tendón. Esto es información importante para pautar ejercicio individualizado en la recuperación.
¿Cómo tratamos la tendinopatía con terapia manual o fisioterapia invasiva?
El tendón no es como un músculo. Las fibras de colágeno no realizan contracción y relajación, por lo que no tiene sentido masajear el tendón para “relajarlo”. De hecho, cuando frotamos un tendón que está irritado, corremos el riesgo de aumentar la sintomatología.
En fisioterapia utilizamos diferentes técnicas de terapia manual o fisioterapia invasiva con la intención de reducir la sintomatología. Tratamos de “calmar” al sistema nervioso que está “irritado” y nos está generando una señal continua de daño. Esto recibe el nombre técnico de neuromodulación.
Una vez que hemos conseguido calmar la sintomatología y conocemos el estado del tendón, pautamos ejercicio de manera individualizada para ayudar a regenerar el tendón y reducir la sintomatología.
Ejercicios de rehabilitación del tendón y readaptación
No se pueden hacer recomendaciones generales de ejercicios porque dependerán la sintomatología y objetivos de cada caso en concreto. No obstante, lo que debes saber es que el ejercicio es clave para recuperación del tendón.
Cuando tenemos una tendinopatía muchas veces dejamos de movernos debido al dolor. Esto es un error, puesto que, entre la inactividad y las sustancias inflamatorias, se favorece que el colágeno vaya degenerándose.
Los tendones se adaptan a lo que le exigimos, y hacer ejercicio es la mejor manera de recuperar el correcto metabolismo y la calidad del colágeno del tendón.
Si tienes dolor en esa zona no dudes en venir a vernos, ponte en contacto con nosotros en el ☎️ 621 39 30 40.